Lacado

La laca proporciona un acabado brillante y durable que usualmente es difícil de aplicar y se usa principalmente en muebles. Un acabado con laca no sólo proporciona al mueble un aspecto costoso y personalizado, sino que también prolonga la vida útil de la pieza. La laca puede aplicarse con un pincel o brocha, pero la aplicación en aerosol es más típica.

Rellena y sella la pieza antes de aplicar laca. Lija la madera con un papel de lija de grano 320 y usa un trapo pegajoso limpio para limpiar el polvo.
Cuelga o coloca la pieza de modo que puedas llegar a todas partes sin moverla. La laca se seca rápidamente, de modo que usualmente se aplica en aerosol sobre muebles. Si la pieza que deseas esmaltar es pequeña, usa una lata de aerosol. Si la pieza es más grande, utiliza una pistola de aerosol.
Mueve el rociador en una trayectoria horizontal, aplicando de derecha a izquierda. El rociador debe estar paralelo a la superficie y cada pasada debe superponer la anterior en aproximadamente un tercio.
Deja secar la pieza durante tres a cuatro horas. Lija con papel de lija de grano 320. Limpia con un trapo pegajoso.
Aplica dos o tres capas, permitiendo un tiempo de secado y lijando entre capas.
Aplica aceite mineral o cera en pasta sobre una almohadilla de lana de acero 0000 y frota la capa final para sacar a relucir el tradicional brillo de la laca.
Cubra cualquier área que no quiere lacar. Unte el pincel hasta la mitad de las cerdas y limpie cualquier exceso de laca. Aplique la laca con suaves y fáciles pinceladas y trate de no pasar sobre la misma área dos veces.
La primera capa de laca debería de secarse y dejar una superficie suave y brillante. Luego puede aplicar más capas hasta obtener el look de laca que usted desea.